miércoles, marzo 15, 2006


Limpiar las gafas. Llevar dos rosas. Recordar un beso.
Olvidé el beso, no llevé las rosas, y hablé demasiado.
No fue un buen comienzo.

Mis manos incapaces de permanecer quietas
confundían, con mensajes visuales,
mis parcas respuestas.

"No muevas los hombros, contesta"
Se movían mis manos,
mis hombros con ellas.

No me sentía incómodo,
fue sólo inquietud.
Hablamos de todo un poco:

Que si necesito un psiquiatra
o un psicólogo
o pastillas.

"Nada de eso", dijo
"necesitas socializarte,
hacer amigos"

Y así, entre vino y vino,
pasaron las horas,
se fue la tarde.

"Y ahora que me conoces
¿Qué opinas de mí?
¿Soy sólo sombras, trazos escritos?"

Tristeza, me definió ella;
y no se equivocó,
esa es mi esencia.

Y en la despedida me dijo:
"Escribe y siembra"
Y con esto (yo sé que es poco) creo haber cumplido.
Jose D.
13-III-06

No hay comentarios: